Ingredientes
Base Principal
- 500g de fabes asturianas (alubias blancas grandes)
- 200g de lacón (codillo de cerdo)
- 150g de chorizo asturiano
- 150g de morcilla asturiana
- 1 hueso de jamón serrano
Condimentos
- 1 cebolla grande
- 4 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 1 pizca de azafrán
- Sal al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Líquido
- Agua (suficiente para cubrir)
Preparación Paso a Paso
Remojar las fabes
La noche anterior, pon las fabes en remojo con agua abundante y fría. Este paso es fundamental para que se hidraten correctamente y se cocinen de manera uniforme.
Preparar las carnes
Lava bien el lacón y el hueso de jamón bajo agua fría. Si el lacón está muy salado, déjalo en remojo durante 30 minutos. Corta el chorizo en trozos de unos 3-4 cm.
Primera cocción
En una olla grande, coloca las fabes escurridas, el lacón, el hueso de jamón y cubre con agua fría abundante. Lleva a ebullición y cocina durante 30 minutos a fuego medio.
Añadir embutidos
Transcurridos 30 minutos, añade el chorizo a la olla. Continúa cocinando durante 20 minutos más. La cocción lenta es clave para que los sabores se integren correctamente.
Incorporar la morcilla
Añade la morcilla entera (sin cortar para que no se desmenuce) y cocina durante 15 minutos más. La morcilla se añade al final porque se deshace fácilmente.
Preparar el sofrito
Mientras tanto, en una sartén, calienta aceite de oliva. Sofríe la cebolla picada finamente y los ajos hasta que estén dorados. Añade el azafrán y la hoja de laurel.
Integrar el sofrito
Añade el sofrito a la olla con las fabes. Remueve con cuidado para no romper las fabes. Continúa la cocción durante 30-40 minutos más hasta que las fabes estén tiernas.
Ajustar consistencia
Si la fabada queda muy líquida, machaca ligeramente algunas fabes contra el borde de la olla para espesar el caldo. Si está muy espesa, añade agua caliente.
Reposar
Deja reposar la fabada durante 10 minutos antes de servir. Prueba de sal y ajusta si es necesario. La fabada mejora si se deja reposar o incluso se recalienta al día siguiente.
Secretos de la Fabada Perfecta
Fabes de calidad
Usa fabes asturianas auténticas si es posible. Son más grandes y cremosas que otras alubias. Si no las encuentras, usa alubias blancas grandes de buena calidad.
Cocción lenta
La clave está en la cocción lenta y constante. Nunca hiervas la fabada a borbotones, debe hacer "glu-glu" suavemente para que las fabes no se rompan.
Agua fría siempre
Siempre empieza con agua fría y nunca añadas agua caliente bruscamente. Si necesitas añadir agua durante la cocción, que esté tibia.
El "susto"
Tradicionalmente se da un "susto" a las fabes añadiendo agua fría durante la cocción para cortar el hervor y que la piel quede más tierna.
Tradición Asturiana
La fabada es mucho más que un plato en Asturias; es parte de su identidad cultural. Tradicionalmente se preparaba los sábados para comerla el domingo, ya que mejora con el reposo.
Curiosidades de la fabada:
- Origen: Se cree que la fabada moderna surgió en el siglo XVII, cuando llegaron las alubias de América
- Las fabes: La variedad "Faba Granja" es la más apreciada, protegida por IGP (Indicación Geográfica Protegida)
- Ritual familiar: Tradicionalmente se preparaba en familia, siendo un momento de reunión social
- Temporada: Aunque se puede comer todo el año, es especialmente popular en otoño e invierno
Cómo Servir la Fabada
La fabada se sirve tradicionalmente en platos hondos de barro, que mantienen mejor la temperatura. Cada comensal debe recibir fabes, un trozo de cada embutido y lacón.
Acompañamientos tradicionales:
- Pan de escanda: El pan tradicional asturiano, perfecto para acompañar
- Sidra natural: La bebida asturiana por excelencia para maridar
- Postres: Arroz con leche, flan de huevo o casadielles
- Como plato único: Es suficientemente contundente para ser el plato principal
Presentación:
Sirve la fabada bien caliente, distribuyendo equitativamente los ingredientes. Algunas familias prefieren cortar los embutidos y el lacón antes de servir, otras los dejan enteros para que cada comensal se sirva a su gusto.
Conservación
La fabada se conserva perfectamente en el refrigerador durante 3-4 días y, de hecho, mejora su sabor con el tiempo.
- Guarda en recipientes herméticos en la nevera
- Para recalentar, hazlo a fuego lento removiendo ocasionalmente
- Se puede congelar hasta 3 meses, pero los embutidos pueden cambiar ligeramente de textura
- Si queda muy espesa al recalentar, añade un poco de caldo o agua